Lo que el mundo llama lujo: - Coches caros - Marcas de diseñador - Un estilo de vida glamuroso Pero el verdadero lujo es algo completamente diferente: - La paz que proviene de poner a Dios en primer lugar - Despertar sin prisa ni ansiedad - Tener la libertad de elegir con una conciencia clara - Disfrutar de un sueño reparador y sin interrupciones - Una mente libre de preocupaciones - Días tranquilos y sin eventos llenos de satisfacción - Estar presente en cada momento - Amar a los demás de todo corazón - Ser amado genuinamente a cambio Estas no son cosas que se pueden comprar. Son los frutos de una vida arraigada en el propósito, la paz y la presencia de Dios.