Este es un negocio de miles de millones de dólares. Yarbo vio el auge de los cortacéspedes robóticos y rápidamente se dio cuenta de su pleno potencial. Al igual que un Roomba, pero en lugar de aspirar el suelo, están en el jardín, cortando el césped, soplando hojas, quitando nieve. Tan simple. Tan poderoso.