¿Sabes por qué, a pesar de ser discreto y modesto, atraes tanto odio y envidia? Eso es porque en tu forma de ser hay estabilidad, satisfacción, libertad, determinación, tranquilidad y valentía optimista. Y estas son cosas que ellos, en toda su vida, difícilmente podrán alcanzar. Los afortunados son odiados por miles, mientras que los desafortunados odian a miles. Ser querido no es un talento, ser objeto de envidia es lo que realmente demuestra que tienes algo especial.