En retrospectiva, las mejores cosas que te suceden provienen de tu exposición a la aleatoriedad: e una reunión social a la que casi no asististe donde terminaste conociendo a tu cónyuge, e una inversión arriesgada que casi no hiciste y que terminó recompensándote con libertad financiera, e una estancia temporal en un país al que casi no querías ir y que terminó siendo donde construiste toda tu vida, conversaciones aleatorias con extraños que casi rechazaste por estar ocupado y que terminaron siendo la base de amistades de toda la vida. En caso de duda, abstente de tus juicios iniciales, las mejores cosas que suceden en la vida nunca parecen tales a primera vista, solo se vuelven obvias con el tiempo.