En Traverse City, Michigan, Stephen Holcomb, Jr., entra en una sucursal del National Bank and Trust Company con un billete de 100,000 marcos de 1923 y lo presenta para su conversión a dólares estadounidenses. El billete fue impreso durante un período de hiperinflación y no tiene valor hoy en día, pero el cajero lo confunde con un billete actual de marcos alemanes occidentales y le entrega a Holcomb $39,700 en efectivo. El banco se da cuenta rápidamente de su error y va tras Holcomb, pero él argumenta que merece el dinero porque nunca solicitó la tasa de cambio actual, y el banco simplemente le dio el dinero sin hacer preguntas.