El servicio de autobús no subsidiado cuesta entre $10 y $15+ por pasajero en todas las ciudades, excepto en las más densas. Con los gastos en aumento y la cantidad de pasajeros en descenso, los sistemas de transporte masivo están colapsando en todo el país. Sustituirlos por pequeños autobuses autónomos en rutas flexibles podría reducir costos y mejorar el servicio.