Decepcionado (pero no sorprendido) al ver que tantos comentaristas de mi artículo de opinión en el Washington Post culpan los déficits a largo plazo de Estados Unidos únicamente a los recortes de impuestos y al gasto en defensa. Está bien abogar por más impuestos o recortes en defensa, pero como muestra el gráfico, no son los principales impulsores del déficit.