Una de las cosas más interesantes en un mundo altamente globalizado es la capacidad de comparar fácilmente la paridad del poder adquisitivo entre diferentes jurisdicciones. Específicamente en el sector inmobiliario, esto puede ser muy evidente. En algunos casos, las limitaciones muy reales del 'espacio físico' limitan, aunque a menudo los reguladores han fallado y han hecho que vivir en una jurisdicción sea innecesariamente caro al crear leyes que dificultan la expansión de la oferta de vivienda, protegen a los inquilinos morosos o incumplidores, y la sobre-regulación en general. A medida que la política se vuelve más federal, pero las consideraciones del costo de vida continúan siendo en gran medida afectadas por regulaciones a nivel municipal y estatal -- que no están controladas por los reguladores federales o el ejecutivo -- será cada vez más importante que el poder ejecutivo pueda mostrar a los votantes que el costo de vida depende de sus votos en las ciudades.