El cuerpo de trabajo que Charlie Kirk dejó atrás es extraordinario. Los antiguos mártires dejaron escritos o discursos. Dejó reflexiones y debates diarios en video, y su legión de seguidores los ha estado recortando y compartiendo durante años. Como ocurre con todos los mártires, su trabajo se vuelve más prominente en la muerte. Pero es el primer mártir de Internet. Increíblemente prolífico con más de una década de material. Estará con nosotros para siempre.