Otro trágico recordatorio de por qué Wyoming, no los burócratas de D.C., debería estar manejando a nuestros osos pardos. Washington no tiene idea del terror que enfrenta la gente de Wyoming por parte de osos pardos sin control y sin miedo. Insto a mis colegas a que aprueben mi Ley de Gestión Estatal del Oso Pardo.