Literalmente, cada hecho y cada evidencia, sin mencionar el sentido común, nos dice que el asesinato de Kirk fue obra de un izquierdista militante trastornado. No hay hechos en evidencia que apunten a otra conclusión. Dicho esto, es cierto que es probable que aún no tengamos la historia completa, ni nada parecido. Dudo mucho que este tipo haya actuado de forma aislada. Es probable que otros militantes de izquierda estén implicados antes de que todo esto esté dicho y hecho.