Durante los últimos cuatro años, los demócratas de fronteras abiertas inundaron sin cesar el país con extranjeros ilegales a expensas de los estadounidenses trabajadores. La administración Trump está revirtiendo por completo el curso de esa agenda desastrosa. Estos programas garantizan que los beneficiarios que vienen a trabajar a Estados Unidos deben brindar un beneficio significativo a nuestro gran país. Estamos acabando con los trabajadores que le quitan empleos a los estadounidenses trabajadores y se aprovechan de nuestra economía y no proporcionan nada a cambio. La carta de triunfo comienza a restaurar nuestro sistema de inmigración a su propósito previsto: beneficiar significativamente a Estados Unidos.