El mes pasado tuve una conversación con un árabe cristiano que ha vivido en los Estados Unidos durante 54 años. Me dijo que Israel está estafando a Estados Unidos y es responsable de la deuda nacional de Estados Unidos. Dijo que sin miles de millones de dólares, Israel sería como Somalia. Le pregunté si realmente sabía cuánto dinero le da Estados Unidos a Israel. Admitió: "No lo sé, pero es mucho". Así que lo desglosé: la naturaleza de la ayuda de Estados Unidos a Israel, cómo se reinvierte en gran medida en la industria de defensa estadounidense, el retorno de la inversión y los beneficios tecnológicos y estratégicos inigualables que Estados Unidos recibe a cambio. Le conté cómo Israel, sin riqueza petrolera, construyó su economía desde cero hasta convertirla en una potencia de $ 600 + mil millones de PIB. Luego lo guié a través de la historia del conflicto árabe-israelí, las guerras que Israel no comenzó pero que tenía que ganar, y las ofertas de paz que el mundo árabe rechazó. Al final de nuestra charla, dijo: "Nunca antes había escuchado nada de esto". Creo que, por primera vez en 75 años, esa noche se fue a la cama cuestionando todo lo que había creído sobre Israel.