Al salir del servicio conmemorativo de Charlie Kirk en el estadio State Farm, a pesar de la tristeza que he sentido desde el asesinato de Charlie, me siento animado por la marca indeleble que dejó en nuestros corazones. Las palabras pronunciadas por sus amigos, familiares y el presidente Trump fueron muy significativas. Estoy agradecido por la inspiración que me brindó Charlie, veo crecer el poder de su mensaje: tocar más corazones e inspirar a más jóvenes que nunca. Vivirá en el alma de nuestra gran nación y esta tragedia debe ser un punto de inflexión positivo para Estados Unidos y más allá.