Las L1s corporativas de nueva era, como Plasma, Arc, Stable (el nuevo L1 de tethers se llama "Stable" 🥶), y el nuevo L1 corporativo de Stripe, seguirán, en mi opinión, el mismo ciclo básico, de la cuna a la tumba temprana: 1. Lanzarán con gran fanfarria. 2. Atraerán métricas institucionales/colaboraciones relativamente impresionantes en sus inicios gracias a subsidios de crecimiento inorgánico combinados con características institucionales genuinamente útiles y/o novedosas integradas en el L1. En el pico de la desinformación/punto de inflexión de esta fase, quizás podamos sentirnos algo amenazados por esta adopción. Especialmente porque habrá grandes empujes mediáticos centralizados alrededor de esto (similar a sol). Pero no deberíamos sentirnos amenazados, es un espectáculo de fuegos artificiales en un huracán: estos motores de crecimiento de L1 corporativos están fundamentalmente rotos. Algunas de las nuevas L1s corporativas se alimentarán vorazmente de su propio meta. Ni siquiera intentarán realmente ganar, sino que seguirán el libro de jugadas clásico para volcar su token sobre los pobres Sods a quienes han convencido más a fondo de que son el futuro de Francia. 3. Las L1s corporativas luego fallarán en alcanzar o mantener algo que se asemeje a una masa crítica de participación en el mercado porque todo lo que esperan lograr también se puede lograr en L2, y L2 viene con el valioso beneficio único de ser parte de la economía general de ethereum y su red comercial de puentes minimizados en confianza entre L1 y todos los L2s. Hay mucho que la comunidad eth puede hacer para ayudar a acelerar este proceso general de fracaso de las L1s corporativas. Una idea es que todos cambiemos a activos/RWAs/stables gestionados por organizaciones que no también gestionen L1s corporativas. Podría ver a metamask MUSD siendo un pionero aquí.