La parte de la historia de Estados Unidos sobre la "Declaración de Independencia" es bastante interesante. En 1776, los representantes que firmaron la "Declaración de Independencia" no estaban llenos de la emoción que uno podría imaginar, sino que estaban abrumados: la razón es que todos los 56 representantes sabían que estaban firmando un "certificado de muerte". Si la revolución fracasaba, la traición y la horca serían su destino. El representante de Virginia, Benjamin Harrison, que medía 1.93 metros y pesaba más de 130 kilos, bromeó con el pequeño y delgado representante de Massachusetts, Elbridge Gerry, diciendo: "Cuando nos cuelguen, yo me llevaré la gloria. Con mi peso, me acabaré de inmediato. Tú, en cambio, probablemente tendrás que agitarte en el aire durante una o dos horas antes de morir." Franklin dijo: "Ahora, realmente estamos atados juntos. De lo contrario, seguramente seremos colgados uno por uno." Esta parte se siente bastante similar a la inversión; las buenas oportunidades de inversión no siempre atraen a las masas, la certeza a largo plazo a menudo está oculta bajo la incertidumbre a corto plazo. Al apostar, parece algo no convencional, como de locos; después del éxito, se les llama visión y grandeza. La firma de la declaración de independencia es comparable a una inversión a largo plazo con gran visión.