Esta es la esencia de la filosofía socrática: Te involucraste en un diálogo real y vivo con alguien (como Sócrates) y a través de ese compromiso aprendiste a internalizar la estructura de la conversación. Adquiriste la capacidad de autocorregirte. Eso es lo que Antisthenes quiso decir cuando dijo que había aprendido de Sócrates cómo dialogar consigo mismo. Había cultivado un Sócrates interior (una presencia viva) dentro de su cognición capaz de confrontar su propia tontería (su propio marco autodestructivo).