El problema principal con el trading de patrones discrecionales es que los principiantes operan con alta confianza pero sin respaldo estadístico para sus estrategias. Están utilizando métodos que nunca han probado adecuadamente para determinar si son rentables cuando se ejecutan correctamente. Sin pruebas ni marcos de tamaño de posición, están garantizados a fracasar mientras mantienen la sobreconfianza de alguien que nunca ha sido humillado por el mercado. Cuando la realidad golpea y sus configuraciones de "alta probabilidad" comienzan a fallar, enfrentan un duro despertar para el que no estaban preparados psicológicamente. La combinación de estrategias no probadas y una gestión de riesgos inadecuada crea pérdidas devastadoras que obligan a un ultimátum: dejarlo por completo o empezar de nuevo con un rigor estadístico adecuado. La mayoría se rinde convencida de que el trading es imposible, cuando el verdadero problema era su base educativa fundamentalmente defectuosa. Irónicamente, el éxito temprano a través de pura suerte agrava exponencialmente este problema, ya que refuerza malos hábitos y retrasa el inevitable despertar. Los pocos que sobreviven a esta fase tienen que reconstruir todo desde cero con enfoques basados en datos que deberían haber aprendido desde el primer día.