Pedí el nuevo iPhone 17 Pro Max porque mi iPhone estaba un poco viejo. Un día después, me encontré teniendo esta loca y profunda reflexión sobre la vida. En realidad, no me importa el teléfono en absoluto. Ni siquiera procesé lo que compré hasta el día siguiente. No añade demasiado valor a mi vida, es solo otro lujo. Lo que realmente me sorprendió fue lo fácil que fue para mí comprarlo. Sin dudar, sin revisar el precio, nada. Estaba literalmente en una llamada con un amigo hablando sobre su trabajo en web2 y solo recordé: "oh sí, debería conseguir el nuevo iPhone" y así lo hice. Ahí fue cuando me di cuenta. El "nuevo yo" está tan acostumbrado a este tipo de abundancia que ni siquiera lo cuestiono. Pero mi yo del pasado sigue sorprendiéndose cada vez. Es el equilibrio perfecto: - La versión abundante de mí no se emociona por compras materialistas como esta, simplemente fluye y me mantiene en crecimiento. - La antigua versión de mí me mantiene humilde, recordándome que hace 5 años nunca habría podido comprar casualmente el iPhone más nuevo. Mis principales conclusiones: 1. Eres uno con la vida. Te mereces cada lujo que puedas imaginar. No te emociones demasiado ni te apegues a las cosas materiales, y no dudes de tu capacidad para vivir en abundancia. La abundancia debería sentirse normal, así es como atraes más de ella. 2. Mantente humilde y agradecido. Siempre recuerda de dónde vienes, y agradece a tu yo del pasado por superar la escasez para que ahora puedas disfrutar de la abundancia. Comparto esto para aquellos que hoy están donde yo estaba hace 5 años, para mostrarles que la abundancia es realmente posible. Y para aquellos que ya viven en abundancia, este es un recordatorio para nunca olvidar tus raíces y mantenerte humilde sin importar qué.