Estoy indignado por los ataques de Susan Monarez a la integridad y el carácter del Secretario Kennedy. Ella es una mentirosa y una defensora - con el abogado anti-Trump más notorio a su servicio antes de ser despedida. Este abogado, que fue una figura clave en los juicios de impeachment de Trump - escribió un guion para Monarez. Es exasperante verla tartamudear y balbucear cada vez que se le hace una pregunta que se desvía de esos puntos de conversación. El Secretario Kennedy es la figura más honesta en la vida pública - no miente. No tartamudeó durante su testimonio - respondió a cada pregunta de manera directa y clara. El Secretario Kennedy está luchando por el proceso científico. Su agenda es más ciencia y más disidencia. Es una mentira y es inexacto decir que él reprime nociones preconcebidas. El hecho de que Monarez equipare exigir disidencia científica con ser anti-ciencia muestra exactamente el tipo de pensamiento que los votantes quieren que el Secretario Kennedy reforme. Como deja claro en su testimonio, sus dos preocupaciones concretas con el Secretario Kennedy son: (1) que Monarez quiere que se imponga la vacuna COVID a todos los bebés de 6 meses - una recomendación que está fuera de sintonía con la ciencia y las opiniones del 90% de los padres. (2) que Monarez se negó a despedir a los científicos principales en los CDC que se negaron a apoyar la agenda de la administración Trump para poner fin a la cirugía de mutilación de género en niños o liberar datos sobre lesiones por vacunas. Los científicos y médicos que rodean al Secretario Kennedy dicen consistentemente que él es el mejor y más inspirador líder para el que han trabajado. Él está luchando por la verdad, no por una agenda. Vamos a madurar. Monarez fue una mala contratación. Ella mintió y engañó a la gente para conseguir el trabajo y debería haber sido despedida. Se negó a despedir a empleados que eran abiertamente antagonistas de la agenda por la que los estadounidenses votaron. Contrató a un equipo de relaciones públicas demócrata para atacar al Presidente antes de ser despedida. La crisis de confianza en los CDC no es culpa del Secretario Kennedy - él fue traído para solucionarlo. Y está ganando. Los demócratas y republicanos deberían trabajar con él para restaurar el método científico, restaurar la disidencia académica y reformar las instituciones de salud pública para empezar a tratar a los estadounidenses como adultos.