En las décadas de 1940 y 1950, Canadá llevó a cabo en secreto experimentos de nutrición con pueblos indígenas, en su mayoría niños en escuelas residenciales. Alrededor de 1.300 personas, incluidos 1.000 niños, fueron utilizadas como sujetos de prueba sin su consentimiento. Dirigidos por funcionarios del gobierno y médicos como Frederick Tisdall, los investigadores mantuvieron deliberadamente desnutridos a los niños hambrientos. Les negaron atención médica y odontológica para observar los efectos. Algunos recibieron suplementos vitamínicos, mientras que otros sufrieron a su suerte. Los supervivientes revelaron más tarde las horribles condiciones. Los niños fueron castigados, obligados a comer su propio vómito, y algunos murieron lentamente por negligencia mientras los investigadores registraban su sufrimiento. Estos experimentos se llevaron a cabo en escuelas como Alberni, Shubenacadie y St. Mary's, así como en comunidades indígenas aisladas. Las víctimas no sabían que eran parte de un estudio. Su dolor se redujo a los datos en artículos científicos, sin mencionar el abuso. El gobierno mantuvo esto oculto hasta 2013, cuando el historiador Ian Mosby descubrió la verdad. Sigue siendo uno de los capítulos más oscuros y vergonzosos de Canadá.