Los mejores fundadores ven tres cosas con claridad: 1. El mercado: dónde se esconden las oportunidades, dónde terminan. 2. El cliente: lo que necesita, teme y ama. 3. Ellos mismos: sus propios límites y habilidades. La característica de ver la realidad tal como es. Y luego añadir un poco de ilusión optimista.