Algunas reflexiones sobre la vida de un fundador después de salir... Cuando dejé el cargo de CEO en Morning Brew, me sentí como un fracasado. Dejé el cargo porque no pude adaptarme a los nuevos requisitos del CEO, que eran completamente diferentes a los de una empresa en etapa temprana. Para cuando me fui, realmente ni siquiera estaba operando como el CEO. Mi cofundador había asumido realmente el rol de CEO. Y yo estaba como flotando en el espacio, sin hacer mucho. Era una sensación realmente extraña. Externamente, me percibían como un gran éxito. Internamente, me sentía como un fracasado, incapaz de escalar con mi negocio. Después de salir, traté de tomar un momento y simplemente estar. No solo era aburrido, sino que me di cuenta de que tengo una necesidad innata de trabajar hacia algo. Cuando no estaba trabajando hacia nada, me encontré a mí mismo y a mi mente atrofiándose. Parte de la razón por la que seguí comenzando empresas es que el emprendimiento era lo único que conocía que me permitía ser curioso, ser inventivo y trabajar hacia algo más grande que yo mismo. Ahora, siento que estoy en un lugar realmente bueno, pero no soy inmune a los desafíos. Los más grandes que enfrento... 1) He mejorado mucho en delegar responsabilidades, pero me preocupa no estar obteniendo la profundidad de conocimiento para tomar mejores decisiones. Disfruto delegar porque me da apalancamiento, pero echo de menos estar en el barro. Montones de ideas se encuentran en el barro. 2) Enfoque. Comencé varios negocios después de salir y ahora me encuentro dividido entre muchos negocios, mientras también trato de ser un gran padre y esposo. El tiempo es finito, no importa cuánto delegues o te AI-ices para salir del trabajo. Espero que esto ayude a un fundador que siente dudas y piensa que todos lo tienen resuelto.